El primer día cogimos el avión hacia Madrid y según llegamos
cogimos una guagua hasta Viseu (Portugal). Cuando llegamos a la zona de
acampada, llamada CAEV, era de madrugada y montamos las casetas rápido para
irnos a dormir. A la mañana siguiente Néstor se cagó encima, no lavó su
pantalón y lo metió en una bolsa por lo cual olía mal y había muchas
moscas.
En los días siguientes montamos bien las casetas, delimitamos bien la parcela e hicimos construcciones. Nos curramos un portón super alto que todo el mundo se quedó alucinado, incluso pusimos un cartel en la entrada.
Un día por la tarde visitamos la tienda scout que hay en el
campa y más tarde fuimos al pueblo a dar un paseo por el parque y las tiendas y
comer helados y crêpes. Allí, a Néstor le cago una paloma y fue muy gracioso.
Lo más que nos ha gustado hasta el momento fue cuando fuimos
a "Radical Park", una mezcla entre un miniparque acuático y parque de
aventuras con tirolina, puentes mono, escalada, rappel... Estuvo muy guapo y
nos lo pasamos muy bien porque estábamos todo grupo junto y comimos mucho
helado.
El día indio también lo pasamos muy bien; nos vestimos con
sacos de papas, tuvimos que hacer un tipi para dormir y teníamos que robar
comida para poder comer. Lo mejor de este día fue por la noche ya que hicimos
una gran hoguera y calentamos al fuego nubes que estaban muy muy ricas.
Por fin había llegado el día del pateo, la verdad es que fue suave y corto pero hacía mucho calor y eso ralentizaba nuestro paso. Después de dos horas de pateo llegamos a unas termas donde nos lo pasamos muy bien tirándonos desde una piedra y comiendo helado.
Cuando terminamos de descansar
en las termas nos pusimos a patear otra vez hacia un local scout en donde
íbamos a pasar la noche. Al día siguiente nos despertamos y para agradecerles
la estancia a los scouts limpiamos el local ya que estaba un poco sucio y
tirado.
Cuando terminamos fuimos a desayunar a una pastelería y volvimos a
caminar rumbo al "Palacio do Gelo" que es un centro comercial enorme.
En este camino Víctor tuvo una caída muy tonta de la que todos nos partimos de
risa. Una vez en el centro comercial disfrutamos de la pista de hielo en la que
hubo varias caídas pero nos lo pasamos super bien. Luego almorzamos pizza y
pasta y como no, de postre, helado.
Cuando llegamos de vuelta al campamento lavamos la ropa y
tuvimos una tarde tranquila con revisión anti piojos incluida.
Lo último que hemos hecho ha sido un taller de pintar
camisetas dirigido por Claudia en el que pusimos a prueba nuestra imaginación y
creatividad.
Espero que les haya gustado nuestra crónica y seguiremos
poniendo más cosas para informarles de las actividades que hacemos y
describirles lo mucho que nos divertimos aquí.
Patrulla Pingüino
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