viernes, 7 de diciembre de 2012

La Acampada

Quedamos en la plaza de la Concordia y la guagua nos dejó en La Retamilla. Al principio estabamos solos, pero pasado el tiempo llegó la Unidad Esculta Achicel del Grupo Scout Doramas, que nos había invitado al refugio debido al frío y a la lluvia que hizo todo el fin de semana.

Cuando llegamos dejamos las mochilas e hicimos un par de juegos con Yeyo el Camello, Hathi y Tha.
Después almorzamos y vinieron Yeremay y Javi. Con ellos fuimos a buscar madera y la cortamos para la hoguera. La madera la cortamos con unos serruchos mal afilados que estaban en el refugio.

Cogimos una gran cantidad de madera, que nos hizo mucha falta para pasar la noche calentitos. Y es que hacía un pelete fino compañero.

Por la tarde hicimos un taller que consistió en hacer llaveros pirograbando la madera con un clip que convertimos en pirograbadores. Fue un taller divertido pero muy laborioso. Eso sí, tenía cierto riesgo y había que ser cuidadosos para no quemarnos (verdad Néstor, Alejandro y Yeremay).

Después cenamos sopa y macarrones con tomate y salchichas. Una cena riquísima, digna de la mejor tropa scout (no como las comidas de nuestros anfitriones los escultas, que eran "un poco" cutres).
A continuación vimos la película "Somos los Mejores", la de los Patos, que trataba de un equipo de Hockey sobre hielo, que era muy penoso. Pero después un ex-jugador de hockey se convirtió en su entrenador debido a un castigo judicial, y al final consiguieron ser un equipo de primera, y ganar el campeonato.


Muchos de nosotros no terminamos de ver la película, y nos quedamos dormidos debido al sueño y el cansancio.

Por esto nos fuimos a dormir. El dormir fue un momento muy interesante. Nos pasamos un rato molestando a los de las otras unidades. Por último el pobre Néstor sufrió los olores flatulentos de Matías, que compartió su hedor con sus compañeros de litera.

Cuando nos levantamos recogimos e hicimos gimnasia con Yeyo el Camello. Después desayunamos cosas muy ricas preparadas por nuestros scouters con la ayuda de Alejandro (que demostró durante el campamento su super estilo al tocar con la flauta "Yo quiero ser como tú" del Libro de la Selva, junto con Tha a la guitarra).
Jugamos un rato más, mientras Tha bajaba junto a Bagheera los coches a San Mateo y volvían a subir, para empezar la caminata que nos llevaría hasta SAN MATEO.

El pateo fue bastante suave, pero resbalaba un poco debido a la lluvia. El campo estaba muy verde, gracias a que últimamente había llovido mucho. También estaba marrón y amarrillo, cosas del otoño.

En San Mateo comimos en un bar restaurante porque nos habíamos aguantado muy bien el pateo. Al final jugamos en el parque, pero por desgracia, mientras nos divertíamos, se nos acabó la juerga por culpa de la guagua, que nos vino a buscar, para regresar a la plaza de La Concordia donde nos iban a recoger nuestros padres.

1 comentario:

  1. Siempre, siempre la guagua incordiando al final de un buen campamento. ¡No hay derecho! La próxima vez, que la encierren.

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